Y si es cierto que has dejado de quererme...
yo te pido,
¡por favor, no me lo digas!
Necesito por hoy y todavía,
navegar inocente en tus mentiras...
Dormiré sonriendo
y muy tranquilo.
Me despertaré bien temprano en la mañana.
Y volveré a hacerme a la mar,
te lo prometo...
Pero esta vez...
sin atisbo de protesta o resistencia
naufragaré por voluntad y sin reservas
en la profunda inmensidad de tu abandono... J. Bucay
Desde la filosofía budista y corrientes psicológicas como la Gestalt, se considera de vital importancia saber reconocer todos aquellos lazos de apego que vamos formando a lo largo de nuestros días, precisamente para que dejen de serlo.
Considera al apego como una actitud que sobreestima las cualidades de una persona o de un objeto y que nos hace aferrarnos a ella de forma exagerada y perjudicial.
Establecer lazos de apego con la persona amada, con el ordenador, con la comida, con la familia… todo ello conlleva sufrimiento, pero
¿es realmente posible VIVIR sin hacerlo? ...
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