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jueves, 14 de julio de 2011

La albahaca


La Albahaca pertenece a la familia de las Labiatae y su origen se encuentra en India, donde se consideraba sagrada. Desde allí se extendería por Europa gracias a las culturas griega y romana. En antiguas civilizaciones como la egipcia, poseía un alto valor, siendo incluso uno de los elementos utilizados en la momificación.

La Albahaca es una planta herbácea anual, cuyo tallo alcanza una altura de poco más de medio metro. Las hojas anchas, con formas diferentes según la especie, poseen color verde, con un tono mucho más vivo en la parte superior. Su follaje es muy aromático. Sus pequeñas flores, que salen agrupadas, de color blanco o lavanda, harán su aparición en verano. Existen más de 40 especies de este vegetal. La más común es la Ocinum Basilicum o Albahaca dulce. 

 Al igual que otras aromáticas, como el Romero o la Salvia, resulta muy apropiada para cultivarla alrededor de otros vegetales que son atacados por plagas de insectos, ya que tiene la propiedad de ahuyentarlas; además de ser útil para preparar infusiones, en la cocina, o para llenar la casa con su intenso aroma.

Para su correcto desarrollo, las semillas o los esquejes se plantarán en surcos en suelos ricos, húmedos, aunque sin llegar a estar encharcados y con un buen drenaje. Esta tarea debe realizarse en primavera, una vez que ha pasado el riesgo de heladas, ya que no tolera bien el frío. Puede cultivarse en semilleros y una vez que la planta surge, se trasplanta al suelo o a una maceta. Si se mantiene en el interior, podremos utilizar las hojas durante todo el año.

Si queremos que crezca sana y con un follaje abundante, hemos de recortar sus ramitas cada dos o tres semanas; la poda es una forma fácil de estimular su crecimiento. También será necesario agregar de vez en cuando abono orgánico al terreno, aunque no es conveniente añadir fertilizantes en exceso, ya que sacrificaremos el sabor de las hojas para lograr un crecimiento mayor.

En el momento de la recolección, que se realiza antes de la floración, ya podemos utilizar las hojas frescas. Si queremos que sus propiedades duren por más tiempo, será necesario secarlas. Para ello, se dejan en un lugar ventilado y oscuro. Cuando estén secas, se almacenan en frascos de vidrio.

Las hojas son la parte que se utiliza en la cocina, tanto si son frescas como secas. Las primeras poseen mucho más aroma y sabor. Si no se quieren conservar secándolas, también es posible congelarlas. Son muy apropiadas tanto para los huevos como para pescados o guisos y son uno de los ingredientes indispensables de la salsa pesto.
Sus aceites esenciales se utilizan también en la elaboración de licores o para aportar aroma a sopas y guisos. El aceite que usemos habitualmente tendrá un sabor diferente si durante unos días introducimos unas hojas en él.
Entre los usos medicinales de la albahaca hay que resaltar su efecto digestivo, anti-vomitivo y anti-coagulante (en lo que refiere a usos internos). Para tratar estas afecciones se puede preparar una infusión con 15 gr. de hojas de esta planta y un litro de agua. Hay que tomar unas 3 tazas diarias. En usos externos la albahaca es utilizada como anti-inflamatorio bucal (se hacen gárgaras con la decocción de unos 100 gr. de hojas secas por cada litro de agua a usar) y para tratar quistes de ovario (hacer masajes sobre el abdomen con el aceite esencial que se extrae de esta planta).

Plantas.facilisimo.com, hierbamedicinal.es

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